El aumento en la demanda mundial de alimentos ha provocado una expansión de la actividad agrícola y con ella el incremento en la utilización de sustancias y productos químicos. En Argentina, estos productos son certificados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), un organismo público autónomo que funciona en el ámbito del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP).
En Argentina, los agroquímicos se encuentran registrados en el marco del Registro Nacional de Terapéutica General administrado por el SENASA.
En Argentina la superficie agrícola destinada a la producción de cultivos extensivos, cultivos industriales, frutas y hortalizas pasó de 21 millones de hectáreas en 1970, a 35 millones en 2011 (incremento del 68%). El incremento del uso de fitosanitarios se debe a la expansión agrícola y a un aumento de la adopción de la siembra directa.
Resulta pertinente destacar que Argentina es parte de ciertos Acuerdos Multilaterales Ambientales, que buscan mitigar el impacto a la salud y al ambiente de productos químicos peligrosos, estableciendo mecanismos de control, herramientas para el intercambio de información e incluso restricciones y prohibiciones de alcance global.